Aniversario 113 de la Sociedad Agrícola del Norte
El 17 de noviembre de 1907 nació la asociación gremial denominada Sociedad Agrícola del Norte con el fin de apoyar las necesidades de la agricultura, que ya en los albores de siglo, marcaba una importante labor de abastecer la alimentación de las familias chilenas.
Esta entidad surge como un ente aglutinador de agricultores de Atacama y Coquimbo que enfrentaban una grave sequía que ha pasado por altos y bajos. Esta instancia sirvió para plantear las necesidades de manera grupal ante las autoridades de la época.
Uno de sus mayores logros de las primeras décadas fue fomentar obras de acumulación de agua que prestan un valioso servicio a los agricultores de la región hasta hoy. Somos una de las únicas regiones con un sistema de embalses por provincias que han logrado acumular agua para los periodos complejos.
Actualmente, la entidad cuenta con más de 200 socios, entre los que se encuentran pequeños, medianos y grandes productores agrícolas de nuestra Región de Coquimbo.
Cumplimos 113 años de historia levantando las inquietudes y buscando soluciones para que la agricultura continúe en la región de Coquimbo donde temas actuales como la variación de temperaturas, la sequía y todo lo que es riego ha estado presente desde los inicios.
Tenemos una historia donde estamos al servicio de la agricultura y nos damos cuenta que es una noble causa que entrega más de 47 mil empleos a nivel regional, generando un impacto importante en otras labores de las comunas como los servicios de transportes, insumos, comercio y alojamientos.
Nuestra región cuenta con 13 de 15 comunas con actividades de producción agrícola donde con el paso del tiempo, se ha consolidado como un exportador de cítricos, uvas, frutos secos y paltas a Estados Unidos, Europa y hasta hace poco Asia.
Nuestro gremio tiene el desafío de trabajar para que, en la nueva Constitución, la agricultura posea un rol fundamental, para seguir alimentando a las familias, optimizando el recurso hídrico y generando nuevos empleos.
Por Daniela Norambuena, Secretaria Ejecutiva SAN